lunes, 12 de noviembre de 2012

Sainete, loa




Sainete
Un sainete es una pieza dramática jocosa en un acto y normalmente de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final. Sustituye al entremés en los siglos XVIII, XIX y XX.
El sainete valenciano pretendió ser un reflejo de la vida social de laComunidad Valenciana (España) de estos siglos. Una de sus características recurrentes es que los personajes de las clases bajas hablaban valenciano, mientras que los forasteros, los miembros de laburguesía o todo aquel que tenía una voluntad de no ser clasificado o de aparentar más riqueza y educación, hablaban un castellanoplagado de valencianismos y de incorrecciones. Generalmente la crítica que se realiza de esta presunción es meramente moral, nosociolingüística.
En la Argentina, el sainete combinado con las formas del circo, dio como resultado una modalidad original conocida como “sainete criollo”. El sainete criollo se caracterizó por reflejar las costumbres de la vida en los conventillos, agregando a los elementos humorísticos un conflicto sentimental y una trágica. Esta forma teatral se afianzó durante la década de 1920. En esta época se destacaron, además de Carlos Pacheco y Alberto Vacarezza, autores como Florencio Sánchez, Gregorio de Laferrere y Roberto Payró.

Loa
La loa es un subgénero dramatico o teatral cultivado en el Siglo de Oro español.
Se trata de una composición breve en verso (de arte mayor: quintillasal final, [[RomXVII) que se escenificaba antes que el primer acto ojornada de una comedia. Al principio era un monólogo; luego se transformó en una conversación con una máxima acción dramática. Se precedía de unos tonos musicales, cantados a veces, con guitarras, vihuela y arpa, que se reiteraban tras su fin.
Servía de preámbulo a la pieza teatral para predisponer positivamente al público (mediante el tópico literario de la captatio benevolentiae) elogiando el lugar y a sus vecinos y al santo del día; encarecía el mérito de los actores o de la compañía, presentaba su repertorio, pedía indulgencia ante los posibles errores, y resumía o explicaba brevemente el contenido de la pieza sin anticipar su conclusión. Muchas veces, si la compañía venía de otro lugar, solía encomendarse a algún poeta local. Solía tener la función práctica de aplacar el natural bullicio de la gente congregada para asistir a la representación teatral. La solía recitar el autor o empresario de la compañía.

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